Las cooperativas oleícolas solicitan al MAPA la incorporación del aceite de oliva en las medidas de crisis

Viernes 24 de abril de 2020.

Cooperativas Agro-alimentarias de España ha solicitado al ministro de Agricultura, Luis Planas, que el sector del aceite de oliva sea tenido en cuenta dentro de las medidas contempladas por la Comisión Europea (CE) para hacer frente a la actual crisis sanitaria, al igual que está haciendo con otros sectores.

A través de una carta, las cooperativas señalan la “grave” perturbación de mercado que sufre el sector desde el comienzo de la campaña pasada, a la que se suman las “nefastas” consecuencias de la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos al aceite de oliva envasado de origen español.

“Por si fuera poco, el cierre del canal Horeca y del sector turístico como consecuencia de la crisis del COVID-19, dejan al sector en una situación de total vulnerabilidad”, añade.

El presidente del sector del aceite de oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Rafael Sánchez de Puerta, subraya que el escenario actual compromete seriamente la viabilidad de miles de explotaciones olivareras, por lo que es imprescindible que el Ministerio adopte medidas que contribuyan a paliar la actual crisis, tanto propias como haciendo uso de las que está diseñando la Comisión Europea para apoyar a los diferentes sectores agrarios.

En este sentido, Cooperativas Agro-alimentarias de España propone la inclusión inmediata del aceite de oliva en el artículo 167 del Reglamento 1308/2013 (OCM); posibilitar la adopción de acuerdos mediante extensión de norma que permitan adecuar la oferta y la demanda y consigan un mayor equilibrio en el mercado; y aprobar un mecanismo de autorregulación voluntario que cuente con total seguridad jurídica y que contemple un apoyo económico para aquellos operadores que participen en el mismo.

Asimismo, pide reforzar el mecanismo de almacenamiento privado contemplado en la OCM de modo que se pueda activar a precios superiores a los actualmente previstos y en volúmenes suficientes para contribuir de manera eficaz a la recuperación de los precios.

También aboga por reducir la oferta de producto del mercado eliminando, por ejemplo, aceite de inferior calidad, como el aceite de orujo, mediante el fomento de usos alternativos a la alimentación humana (industria, biodiesel o alimentación animal entre otros). En estos casos, considera que ese aceite debe recibir una ayuda que incentive su utilización y complemente su valor.

A su vez, reclama la implantación inmediata de sistemas fiables de control de la calidad, poniendo en marcha mecanismos eficientes que permitan dar más seguridad a los consumidores, mejoren la imagen del producto y den más seguridad jurídica a las empresas.

Finalmente, defiende un apoyo en materia de promoción tanto a nivel nacional como internacional, reforzando las acciones que ponga en marcha el sector, dotándolas de un mayor presupuesto y trabajando desde el Gobierno de España para su difusión. Al respecto, “se deberá trabajar para que la Comisión Europea incremente su presupuesto destinado a este fin y apoye firmemente al sector”, añade.